Proyecto final de la asignatura Juegos Serios
Version 1.2
Álvaro Cuerva Hernández
Óscar Fernández Romano
Rodrigo Tobar Guillén
PC
Apodyopsis trata sobre un chico de 24 años llamado Germán al cual le empiezan a afectar varios cambios en su vida y le acaban causando una depresión, aunque él no es consciente de ello. El jugador controlará a un amigo de Germán y tendrá que aconsejar a este para que se dé cuenta de que tiene un problema y necesita ayuda profesional.
Vídeo Gameplay: https://drive.google.com/file/d/16vZODeM3N0Z5Rqblr8Fj3W-SK4qehqXY/view?usp=share_link
Conseguir que el jugador aprenda pautas de comportamiento saludables a la hora de tratar con gente con problemas.
Detectar cuando una persona no está bien y empatizar mejor con ella.
Desestigmatizar el pensamiento de que ir al psicólogo es algo para “locos”, y que es algo normal buscar ayuda.
Juego conversacional en el que podrás elegir entre distintas respuestas.
Al elegir una incorrecta, la conciencia del jugador te explicará por qué esa respuesta no es adecuada, haciéndote elegir una nueva opción.
En algunos casos habrá varias respuestas correctas, pero la historia será lineal.
Protagonista / jugador: Andy, un joven de 24 años.
Germán: es un amigo del colegio. Tiene 24 años igual que el protagonista. Con 16 años dejó el instituto sin acabar sus estudios y desde entonces había trabajado en una fábrica. Hace unos meses la fábrica quebró y Germán se fue al paro. Se independizó un año antes de que la fábrica quebrara. De momento no tiene problemas económicos porque cobra el paro, aunque al no tener estudios no consigue encontrar otro trabajo.
Anteriormente era una persona muy sociable a la que le gustaba realizar actividades con el protagonista y sus demás amigos cómo ir de fiesta, ir a echar una pachanga, jugar a la consola… Pero ya no le apetece.
Está deprimido, aunque él no es consciente de ello ni lo expone de forma directa. Es al visitarlo y al hablar con él cuando el protagonista se va dando cuenta de la situación de Germán.
1er acto: Llevabas sin saber de Germán un tiempo y por eso le escribes para ver cómo le va. Habláis un poco de los viejos tiempos y acaba invitándote a su casa.
Escenario: El salón de tu casa y el chat de mensajes.
2do acto: Llegas a su casa. Se aprecian detalles subliminales sobre su depresión como platos de comida sin acabar, la casa sucia, Germán más delgado y con ojeras… En un momento de la conversación, vas al baño y puedes inspeccionar la casa.
Te cuenta la historia de que ahora está en el paro y se arrepiente de no haber acabado el instituto porque no encuentra curro, pero en ningún momento menciona estar deprimido o ser consciente de tener un problema mental.
Termináis diciendo que os volveréis a ver dentro de poco.
Escenario: Casa de German.
3er acto: Llegas a tu casa y en tu cama le das vueltas a todo lo que has visto extraño con respecto a Germán mediante la selección de varias opciones, para que el jugador reflexione de forma activa de todos los detalles a destacar.
Además esto prepara al jugador de cara a responder de la mejor forma posible a las opciones del siguiente acto.
Escenario: Tu cuarto, donde estás metido en la cama.
4o acto: En esta segunda quedada, intentas hacer ver a Germán que tiene un problema y que necesita buscar ayuda profesional.
Escenario: Cafetería
Epílogo: Germán tomó la decisión de ir a un psicólogo. Actualmente, sigue en terapia y está muy contento con sus avances. Es un espacio en el que se siente escuchado y en el que encuentra herramientas para poder gestionar sus problemas. Esto no lo hizo solo, ya que después de hablar contigo … sintió que realmente alguien se preocupaba por él, le dio fuerzas para mejorar y tomó la valiente decisión de pedir ayuda a un profesional Y todo gracias a tu capacidad para escuchar activamente a Germán, validar sus emociones y demostrarle que te preocupas y que eres un apoyo para él.
Asociación Lassus: hemos contactado con una asociación que se especializa en depresión para que revisasen los diálogos del juego. Tras una reunión online en la que les enseñamos el juego, nos dieron el siguiente feedback:
En el acto 4 Andy hacía alusión al problema de Germán como una enfermedad. Es mejor usar trastorno porque es más preciso y además cuando a alguien con depresión le decimos que está enfermo él va a sentir que al ser una enfermedad no puede hacer nada por curarse, mientras que al ser un trastorno sí que puede intentar tratarlo.
En el acto 3 deberíamos decir que Germán tiene o debe ir al psicólogo, de forma contundente y directa. Aludir a que el profesional es alguien que te puede acompañar en todo esto.
Durante la conversación del acto 4 es aconsejable ir de cosas más abstractas a cosas más concretas para evitar el estigma, ya que no sabemos que tipo de "barreras" tiene la otra persona.
Hay una parte en la que Andy le dice a Germán que algo que ha dicho es una estupidez, y no debería decir eso porque está invalidando lo que Germán está sintiendo y además le va a generar rechazo.
La frase de no tienes que sentirte culpable por estar mal sería mejor de la forma "Entiendo que te sientas culpable, yo también me sentiría así seguramente.", ya que empatizas con él.
En cierta ocasión aludimos a que todo el mundo tiene malas rachas, pero con eso estamos normalizando sus problemas. En vez de quitarlo y ya nos recomendaron ponerlo como mala opción y que la conciencia explique el error. También nos dijeron que una forma de ayudar e incentivar el que Germán se atreva a ir es que Andy se ofrezca a ir con él la primera sesión para acompañarle y sentirse apoyado.
Hay varias líneas de diálogo en las que sugerimos que acuda a un médico o un psicólogo, y lo ideal es poner solo al psicólogo ya que lo de sugerir el médico puede verse como intentar poner "una excusa" para la solución del psicólogo, digamos que puede fomentar un poco el estigma.
Angélica Santa (Psicóloga General Sanitaria): Las personas con depresión suelen tener problemas para dormir/comer bien, suelen sentirse solas. Dejan de sentirse motivadas por lo que siempre les ha gustado. En su cabeza, no creen que nunca vayan a sentirse mejor, han perdido la esperanza de sentirse mejor en un futuro.
Suelen rechazar la idea de ir al psicólogo porque creen que no están lo suficientemente mal para ir, creen que tienes que tener un problema mucho más grave para ir a un psicólogo.
Para tratar con alguien con depresión:
● Intentar escuchar a la persona sin necesidad de buscar una solución a su problema, muchas veces no tiene solución (por ejemplo, una muerte de un familiar) o no eres quién para decirle cómo solucionarlo y lo único que necesita es alguien con quien hablar.
● Nunca decir:
○ No estés triste / anímate
○ No te preocupes
○ Todo estará bien en el futuro
○ No llores
● En vez de eso, mejor decir:
○ Te entiendo
○ Es normal que te sientas así, y no pasa nada porque estés mal
○ No pasa nada por estar mal durante un tiempo (todos tenemos derecho a estar mal cuando tengamos que estar mal)
○ Llora siempre que lo necesites
Diego Moraga (psicólogo): Nos ha facilitado el téxto del epílogo.
Cambios generales a la hora de "diagnosticar" la depresion en el Acto 3.
Usar problema psicológico en vez de problema mental.
No menospreciar los sentimientos de Germán porque le hayan despedido (no invalidar).
Dar más importancia al hecho de que escuchar a Germán ya es una ayuda como tal.
Estilo la entrevista creado con uAdventure.